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¿Por qué los carbohidratos son esenciales para nuestro organismo y su correcto funcionamiento?»

¿Qué son los carbohidratos?

En su forma más básica, los carbohidratos están hechos de bloques de construcción de azúcares, y se pueden clasificar de acuerdo con la cantidad de unidades de azúcar que se combinan en su molécula.

La glucosa, la fructosa y la galactosa son ejemplos de azúcares de una sola unidad, también conocidos como monosacáridos.

Los azúcares de doble unidad se llaman disacáridos, entre los cuales la sacarosa (azúcar de mesa) y la lactosa (azúcar de la leche) son los más conocidos.

Los monosacáridos y disacáridos generalmente se denominan carbohidratos simples.

Las moléculas de cadena larga, como los almidones y las fibras dietéticas, se conocen como carbohidratos complejos.

Funciones de los carbohidratos en nuestro cuerpo

Los carbohidratos son una parte esencial de nuestra dieta.

Lo más importante es que proporcionan la energía para las funciones más obvias de nuestro cuerpo, como moverse o pensar, pero también para las funciones de «fondo» que la mayoría de las veces ni siquiera notamos.

Durante la digestión, los carbohidratos que consisten en más de un azúcar se descomponen en sus monosacáridos por las enzimas digestivas, y luego se absorben directamente causando una respuesta glucémica.

El cuerpo usa la glucosa directamente como fuente de energía en los músculos, el cerebro y otras células.

Algunos de los carbohidratos no se pueden descomponer y se fermentan por nuestras bacterias intestinales o transitan por el intestino sin ser cambiados.

Curiosamente, los carbohidratos también juegan un papel importante en la estructura y función de nuestras células, tejidos y órganos.

Los carbohidratos como fuente de energía y su almacenamiento

Los carbohidratos descompuestos en glucosa principalmente son la fuente de energía preferida para nuestro cuerpo, ya que las células en nuestro cerebro, músculo y todos los demás tejidos utilizan directamente los monosacáridos para sus necesidades de energía. Dependiendo del tipo, un gramo de carbohidratos proporciona diferentes cantidades de energía:

  • Los almidones y azúcares son los principales carbohidratos que proporcionan energía, y suministran 4 kilocalorías por gramo
  • Los polioles proporcionan 2,4 kilocalorías
  • Fibra dietética 2 kilocalorías

Los monosacáridos son absorbidos directamente por el intestino delgado hacia el torrente sanguíneo, desde donde son transportados a las células necesitadas.

Varias hormonas, incluidas la insulina y el glucagón, también forman parte del sistema digestivo.

Mantienen nuestros niveles de azúcar en la sangre al eliminar o agregar glucosa al torrente sanguíneo según sea necesario.

Si no se usa directamente, el cuerpo convierte la glucosa en glucógeno, un polisacárido como el almidón, que se almacena en el hígado y los músculos como una fuente de energía fácilmente disponible.

Cuando es necesario, por ejemplo, entre comidas, por la noche, durante estímulos de actividad física o durante períodos cortos de ayuno, nuestro cuerpo convierte el glucógeno nuevamente en glucosa para mantener un nivel constante de azúcar en la sangre.

El cerebro y los glóbulos rojos dependen especialmente de la glucosa como fuente de energía, y pueden usar otras formas de energía de las grasas en circunstancias extremas, como en períodos muy prolongados de inanición.

Es por esta razón que nuestra glucosa en la sangre debe mantenerse constantemente a un nivel óptimo. Se necesitan aproximadamente 130 g de glucosa por día para cubrir las necesidades de energía del cerebro adulto solo.

Función intestinal y fibra dietética

Aunque nuestro intestino delgado no puede digerir la fibra dietética, la fibra ayuda a garantizar una buena función intestinal al aumentar el volumen físico en el intestino y, por lo tanto, estimula el tránsito intestinal.

Una vez que los carbohidratos no digeribles pasan al intestino grueso, la microflora intestinal descompone algunos tipos de fibra como las gomas, las pectinas y los oligosacáridos.

Esto aumenta la masa total en el intestino y tiene un efecto beneficioso en la composición de nuestra microflora intestinal.

También conduce a la formación de productos de desecho bacterianos, como los ácidos grasos de cadena corta, que se liberan en el colon con efectos beneficiosos para nuestra salud.

Autor:

Daniel Rey Barberi

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